Mi nombre es Karina Rojas, soy de Panamá, tengo 41 años, estoy casada y tengo 3 hermosos hijos. Inicié con este método de alimentación el 15 de julio del 2019. Desde pequeña siempre tuve problemas con el peso y desde joven había buscado muchos métodos para rebajar. Sin embargo, con todos ellos me pasaba que si me descuidaba un poco con la alimentación aumentaba el doble de lo que había bajado (efecto rebote).
Quedé embarazada de mi tercer bebé en el 2017, y en el 2018 quería recuperar nuevamente mi peso, y a pesar de todos los esfuerzos realizados, me costaba muchísimo lograrlo. Hice dietas en donde comía varias veces al día y lo único que conseguí fue engordarme. Así pasó el tiempo y en julio de 2019 ya no sabía qué hacer. Un día mirando el Instagram descubrí la dieta cetogénica y encontré el testimonio de Maru, me impactó mucho su disciplina y fue cuando me animé a seguirla para conocer más sobre este estilo de alimentación.
Yo trabajo turnos rotativos y desde que empecé esta alimentación tengo mucha más energía que antes, ahora logro hacer ejercicios en ayuno sin fatigarme, y cuando estoy amaneciendo en mi trabajo no me da sueño gracias a mi nuevo estilo de vida.
Cuando empecé mi proceso pesaba 185 libras, usaba talla 15/16 dependiendo si era ropa americana o China jejeje (si era china podía ser hasta 17/18). Ahora estoy pesando 155 libras y uso talla 7/8, porque mi cuerpo ha cambiado producto de la buena alimentación y de los ejercicios que ahora son parte de mi estilo de vida. Al principio no fue fácil, me costó un poco adaptarme pues fui adicta por muchos años a “alimentos” dañinos tales como los dulces, chocolates, frituras (harinas) y un sinfín de cosas los cuales no sabía que hacían tanto daño. Comía 6 veces al día porque pensaba que si no lo hacia mi metabolismo no se iba a acelerar y pensaba que esa sería la razón por la que no lograba mi peso.
La nutricionista con la que me atendía en ese momento, me metía en mi cabeza que, si no hacia ejercicio no iba ver resultados, nunca me dio indicio de que la alimentación era lo más importante. Nunca veía ingredientes, sino únicamente me enseñó a mirar calorías por servida.
Desde que empecé el coaching con Maru en julio de 2019, todo cambió. Con este método alimenticio descubrí que uno debe cambiar su estilo de vida, y que no debemos vivir para comer, sino que debemos aprender a comer para vivir. Ahora puedo disfrutar lo que como, y puedo comer únicamente cuando tengo hambre y no porque alguien dice que debo comer porque se llegó “la hora de la comida”.
Todo ha sido espectacular en el proceso, no puedo decir que algo no me gusta. Amo comer lo que como, y lo mejor es que como delicioso y hasta sentirme satisfecha. He aprendido a hacer nuevas recetas, y disfruto mucho prepararlas. Esto, me ha ayudado a unir más a mi familia ya que juntos realizamos diferentes comidas y disfrutamos de ellas.
Karina R.